Cada que nos preguntan no dudamos en responder: Berlín es nuestra ciudad favorita de todas las que hasta ahora conocemos en Europa. La capital de Alemania es un coctel mezclado con porciones exactas de historia, arte, gastronomía, cultura del mundo, fiesta, urbanismo, música, caos en su justa proporción y el orden estricto de los alemanes.
Casas preciosas y grafitis por doquier. Monumentos colosales sobrevivientes de las guerras más crueles, gente y comidas del mundo, diversidad, vida nocturna. El Muro, el Checkpoint Charlie, la Isla de los Museos. Berlín tiene de todo y a precios mucho más baratos que el resto de Alemania y que la gran mayoría de las capitales de Europa.
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Sin embargo, se nos hizo muy difícil encajar en la hermética cultura alemana, tal vez porque antes de intentarlo hay que entender muchas de las maneras como funciona su sociedad y, sobre todo, asimilar que son muy estrictos, ordenados, puntuales estructurados y que hacen cumplir sus normas con rigor. La contracara de nosotros los latinos.
Entonces, si estás planeando un viaje a Berlín, te vamos dejar en este post 10 recomendaciones sobre cosas que definitivamente NO DEBES HACER cuando estés allí, si quieres que tu experiencia sea lo más cómoda y libre de problemas posible.
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Empecemos por una bastante obvia: Berlín es una ciudad grande, llena de cosas para hacer y lugares increíbles para visitar. Entonces, no basta con una sola visita para conocer todo lo que esta maravillosa urbe ofrece para locales y visitantes, y menos si es una visita relámpago de esas que ofrecen en tours empaquetados. Entonces, si tienes 3 días para visitar Berlín, seguramente vas a estar saltando de un monumento famoso a otro: La Puerta de Brandenburgo, Muro de Berlín, Torre de televisión, Alexander Platz, y otro y otro más.
Si quieres descubrir Berlín en toda su magnitud –aunque tal vez es imposible hacerlo, aun viviendo allí-, creemos que un mínimo de siete días sería el tiempo adecuado para tu viaje. Camina por sus barrios, date un paseo por sus canales, busca un bar dónde tomar cervezas y déjate absorber por la multiculturalidad de esta ciudad histórica.
Que no debes hacer en tu viaje por Berlín
1
No trates de visitar todo si no tienes tiempo suficiente
Empecemos por una bastante obvia: Berlín es una ciudad grande, llena de cosas para hacer y lugares increíbles para visitar. Entonces, no basta con una sola visita para conocer todo lo que esta maravillosa urbe ofrece para locales y visitantes, y menos si es una visita relámpago de esas que ofrecen en tours empaquetados. Entonces, si tienes 3 días para visitar Berlín, seguramente vas a estar saltando de un monumento famoso a otro: La Puerta de Brandenburgo, Muro de Berlín, Torre de televisión, Alexander Platz, y otro y otro más.
Si quieres descubrir Berlín en toda su magnitud –aunque tal vez es imposible hacerlo, aun viviendo allí-, creemos que un mínimo de siete días sería el tiempo adecuado para tu viaje. Camina por sus barrios, date un paseo por sus canales, busca un bar dónde tomar cervezas y déjate absorber por la multiculturalidad de esta ciudad histórica.
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2
No toques los perros ajenos sin permiso
Tal vez seas un amante de los perros como nosotros, que nos encanta ir acariciando cualquiera sin importar su raza, su estado de limpieza, su dueño ni mucho menos su nacionalidad. Pues mucho cuidado con esto en Alemania, porque para los alemanes es una ofensa que cualquier fulano desconocido le vaya dando mimos a su perro sin su consentimiento. Te recomendamos que eches un vistazo a las opiniones sobre Babbel, y veas lo útil que puede ser si quieres aprender un poco de alemán antes de tu viaje para poder decir: “¿Hola, puedo consentir tu perro?”
No salgas de compras los domingos
3
Alemania es un país que rinde un culto casi sagrado a su día de descanso. Es por eso que las ciudades Alemanas, sin excepción de su capital, se convierten en auténticos pueblos fantasmas los domingos. Como dato curioso, este no es un comportamiento elegido por los alemanes o de que puedan escoger si lo toman o lo dejan: en el artículo 139 de la constitución dice que “el domingo y los días festivos reconocidos oficialmente quedarán protegidos por ley como días de descanso laboral y de recogimiento espiritual”, por lo que no vas a encontrar ni un solo mercado, tienda, restaurante o servicio disponible.
Así que más vale que hagas tus compras los sábados y el domingo lo dediques a pasear o a relajarte como todo un alemán.
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4
No te subas al metro sin pagar
Tal y como ocurre en muchas ciudades de Alemania y Europa, en Berlín el sistema de transporte funciona en base a la confianza que tienen en sus usuarios. Con toda razón se piensa que si la gente paga su pasaje eso será garantía de seguir operando adecuadamente y ofreciendo un buen servicio a la ciudadanía. Entonces, tú bien podrías bajar a las estaciones de metro, esperar a que llegue el tren y abra su puerta, subirte sin pagar el tiquete y bajarte muy tranquilo en tu destino sin haber pagado ni un solo centavo.
Pero no todo es tan fácil. De vez en cuando, de forma aleatoria, se suben oficiales de control de tiquetes a verificar que hayas pagado tu pasaje, y si no lo tienes, tendrás que pagar una multa superior a 60 veces el valor original del tiquete, unos ochenta euros. Y seguro por ahorrarte un par de euros no vas a querer pasar por una situación tan incómoda ni vaciar tu bolsillo pagando una multa tan cara.
Mejor toma nota del siguiente punto.
Si quieres descubrir Berlín en toda su magnitud –aunque tal vez es imposible hacerlo, aun viviendo allí-, creemos que un mínimo de siete días sería el tiempo adecuado para tu viaje. Camina por sus barrios, date un paseo por sus canales, busca un bar dónde tomar cervezas y déjate absorber por la multiculturalidad de esta ciudad histórica.
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Que no debes hacer en tu viaje por Berlín
5
No compres viajes individuales en el metro
Dependiendo de cuánto tiempo vas a pasar recorriendo Berlín, vas a poder comprar un tiquete múltiple que te va a servir para moverte por la ciudad, y en cualquier medio de transporte. Este tiquete lo podrás comprar en las máquinas ubicadas dentro de las estaciones de metro, sirve para una sola persona y es transferible. Es decir, que si te vas a marchar de la ciudad antes de la fecha de vencimiento del tiquete, se lo puedes dejar a alguien más para que lo use. Vas a ver que con ese dinero podrás pagar entradas o comprar comidas deliciosas en cada esquina de Berlín.
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6
No saludes de beso
En Colombia, y en general en Latinoamérica, nos saludamos con un beso en la mejilla. En países como Argentina y Uruguay también funciona entre hombres, como se hace en otros países como Italia y Grecia. En España y otros países de Europa es habitual dos besos para saludar, y en Holanda son 3: MUA MUA MUA. Pues en Alemania NO. Con un apretón de mano basta; para los alemanes el espacio vital de su corporalidad es intocable. Así que ya sabes, de lejitos mejor.
7
No entres con zapatos a las casas
Así como lo lees: antes de entrar en cualquier casa en Berlín, y en general en Alemania, tendrás que quitarte los zapatos y permanecer descalzo durante toda tu visita. Generalmente, en la puerta tienen un mueble para acomodar los zapatos, y un calzador para que te los pongas rápido antes de salir. El motivo principal es mantener las casas limpias de la suciedad que traes de la calle en tus zapatos. En un principio cuesta acordarse y vas entrando como si estuvieses en tu casa, pero luego de un tiempo terminas por acostumbrarte. Eso sí, procura tener tus pies libres de malos olores y tus medias libres de agujeros si no quieres pasar una vergüenza.
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8
Nunca llegues tarde
Pocas veces vas a encontrarte alguien más puntual que un alemán. Para ellos el tiempo es una cuestión literal, no redondean, para ellos no existe el ahorita, nunca te van a decir nos vemos a las y pico. Si estás en una casa y vas a salir, por ejemplo, no se te haga raro escuchar una frase como “salimos en siete minutos”. Y a los 6 minutos con treinta segundos te están esperando. Ahora, ¿te alcanzas a imaginar si tienes una cita y llegas tarde como acostumbramos los latinos? Si te arriesgas, da por hecho que vas a perder un amigo o, por lo menos, te vas a ganar una discusión. Así que mucho cuidado a cada minuto del reloj cuando estés en Alemania.
9
Nunca cruces en rojo un semáforo peatonal
Cuando vayas a cruzar un semáforo peatonal en Berlín espera a que la luz se ponga en verde. No importa si miras a lado y lado y no viene ningún carro a kilómetros de distancia. No importa si está lloviendo. No importa si tienes ganas de ir al baño y tu vejiga va a estallar. En Berlín es imperativo respetar la luz roja del semáforo y tendrás que esperar tu momento para cruzar la calle. Si te atreves a cruzar en rojo verás que no van a faltar los regaños en alemán haciéndote saber que estás incumpliendo sus normas. Y si llegas a cruzar la luz roja en frente de niños, prepárate para que alguien te increpe de mala forma por estar dando un mal ejemplo para el futuro del país.
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10
No parquees en el carril de las bicis
Y ni qué decir si vas a rentar un carro en Berlín, tienes que saber que aquí el peatón y el ciclista son los reyes de las calles y cualquier cosa que hagas en contra de las normas que los protegen te va a acarrear graves problemas con la ley. Así que mucho cuidado: por ningún motivo estaciones en el carril de los ciclistas ni hagas el semáforo en la línea de los peatones. Es mejor disfrutar y evitarse problemas.
The Ampel mann, insignia de Berlín. Solo se encuentra en la parte este de la ciudad
¡Alerta de ladrones!
11
No tires la basura en cualquier lugar
Finalizamos con una bastante lógica: es obvio que en un país tan organizado como Alemania, uno no puede andar botando la basura por allí; cuestión de civismo simple. Incluso, ya verás lo que para la sociedad alemana significa el reciclaje; no hay forma posible de que ellos dispongan de sus desperdicios sin organizarlos por categorías. Pero la cosa va más allá: cada familia paga sus propios impuestos de recolección de basuras y tienen su propio contenedor. Así que, si te estás hospedando en una casa, es mejor que te cerciores que estás botando los desperdicios en el contenedor adecuado; te juro que no vas a querer un vecino echándote una cantaleta en alemán que no vas a poder entender ni responder.
Siguiendo estos simples consejos seguramente, como nos pasó a nosotros, vas a terminar enamorado de Berlín y vas a querer regresar cuantas veces sea posible.
Si quieres saber qué hacer en Berlín, te recomendamos esta magnífica guía hecha por nuestros amigos y colegas blogueros de Un Poco de Sur sobre 50 cosas que ver en Berlín.
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Lina y Andrés
Somos una pareja de profesionales colombianos que renunciaron a sus trabajos y a la comodidad del sistema para emprender un viaje por el mundo sin fecha de regreso. Desde 2014 contamos historias viajeras y damos tips basados en nuestra experiencia para que otros se animen a cumplir sus sueños. Amamos viajar, amamos la vida y nos amamos.
