Para ir a Machu Picchu, el año se divide en dos temporadas: La soleada y seca entre abril y octubre, y la nublada y lluviosa entre noviembre y marzo. Cuando hay lluvia, los costos de las entradas bajan, pero las nubes te pueden jugar una mala pasada y cubrirlo todo. Nosotros tuvimos la fortuna de ir en ambas épocas y retratamos el fortín inca.
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