Una vez nos preguntaron a Lina y a mí en una entrevista radial: ¿Y es que ustedes son millonarios o fue que nunca encontraron trabajos y decidieron aventurarse por el mundo? La respuesta a ambas cuestiones fue la misma; un No rotundo. Ese día nos abrieron los micrófonos de una de las emisoras más escuchadas en Colombia para averiguar por qué los jóvenes cada día prefieren más gastar su tiempo y su dinero en viajes en lugar de endeudarse comprando carros de lujo y casas nuevas.

“Es que la vida es muy corta y el mundo es muy grande”, decíamos nosotros que renunciamos a nuestros trabajos para dedicarnos a viajar y que convertimos los viajes en nuestro ‘modus vivendi’.

Yo soy periodista y solía trabajar en uno de los diarios más leídos en todo el país, y mi esposa Lina Marcela era la gerente de logística de una reconocida planta de lácteos. Teníamos estabilidad, cotizábamos pensión, alquilábamos una casa, comíamos en buenos restaurantes de vez en cuando y nos dábamos un buen viaje una vez cada dos años. En resumen: estábamos metidos dentro de la espiral  del consumo y seguíamos al pie de la letra los mandatos del sistema.

México, pirámides en Teotihuacán 

Guatemala, centro histórico

Costa Rica, parque Manuel Antonio

México, Ángel de la Independencia

Cuba, plaza San Francisco de Asís en La Habana

Pero queríamos conocer el mundo y entendimos que hacerlo en vacaciones es algo imposible. Así que renunciamos a todo. Compramos una van y la adaptamos como una pequeña casita con cama y cocina, creamos la página web que usted lee en este momento y emprendimos un viaje sin fecha de regreso cuya primera meta es llegar hasta Alaska conduciendo. Cumplimos los primeros 600 días de viaje  y podemos asegurarles que es la mejor decisión que hemos tomado en la vida. Nos sentimos libres y somos 100% felices.

Sueño de muchos y realidad de pocos, eso es renunciar al trabajo para vivir viajando. Y no hay que ser Anthony Bourdain para lograrlo. Cualquiera con un buen plan y buenas ideas  puede hacerlo.

Si usted es de los que pasa sus días en su escritorio soñando con conocer destinos paradisíacos y aprender de las culturas del mundo, siga estos sencillos consejos. Podrían ser el primer paso del resto de su vida viajando.

Nicaragua, cerro Negro en León

México, Xochimilco

Cuba, malecón de Baracoa

1- Salga de deudas. A la hora de viajar un factor determinante es la tranquilidad mental, y cuando uno está endeudado es imposible obtenerla. Además, cuando nos dedicamos exclusivamente a viajar por el mundo no vamos a tener ingresos fijos que nos permitan hacer los abonos a nuestros acreedores. Por eso, antes de empacar la maleta, lo mejor que puede hacer es saldar todas sus deudas. Y un consejo adicional que le damos: no se vaya de viaje calladito para escapar de las ‘culebras’, la vida de viaje se va a encargar de demostrarle que a quien actúa bien le esperan cosas buenas; pero a quien actúa mal, será el mismo viaje el que se encargue de cobrarle de alguna manera.

 

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2- No se pase la vida ahorrando. Está claro que todo proyecto debe empezar con un capital, y la vida viajando no es la excepción. Ahorre, haga un presupuesto y póngase una meta lógica y alcanzable. Pero no se pase toda la vida ahorrando, porque si insiste en conseguir más y más dinero para empezar su viaje puede caer en un círculo de nunca acabar. Póngase una fecha límite, renuncie y viaje.

Y aquí le contamos las 12 cosas que NO nos gustan de vivir viajando.

Colombia, valle del Cocora

Costa Rica, playa Hermosa

Panamá, Bocas del Toro

Belice, Caye Cauker

Panamá, playa Colorada

3- Encuentre habilidades para desarrollar en el viaje. ¿Sabe cocinar?, ¿Le gusta la fotografía? ¿Habla idiomas? ¿Toca algún instrumento? Esas y muchas más competencias pueden ser aprovechadas para seguir viajando. Nosotros, por ejemplo, hemos convertido la fotografía en la base de nuestro sustento para poder avanzar más kilómetros. Pero conocemos viajeros que explotan al máximo lo que saben hacer para poder seguir en el camino; desde artesanos hasta instructores de buceo y salvavidas. Sin embargo no olvide esto: no se trata de un negocio donde se consigue plata y se amasa un capital; se trata de la forma de poder avanzar más kilómetros en su objetivo viajero.

4- Planee su viaje, pero no exagere. El mejor viaje, creemos nosotros, es el que te sorprende. Por eso, aunque estudiamos un poco los lugares a dónde vamos, siempre dejamos que la ruta y los nuevos destinos nos entreguen lo que tienen. Está bien hacer planes, claro. Pero no deje que su viaje se convierta en un cronograma al que se debe ajustar como una camisa de fuerza. Recuerde que renunció, que es libre y que por lo tanto puede hacer lo que quiera y cuando quiera.

Colombia, Desierto de la Tatacoa

México, Universidad Popular Autónoma en Puebla

Guatemala, Exposición al aire libre en Ciudad de Guatemala

Transformación  de La Jebi

5- Antes de renunciar, consiga las visas que requiere. Tener un trabajo estable es uno de los motivos que más evalúan los cónsules de muchos países a la hora de otorgar una visa. Eso, según ellos, es garantía de que usted tiene cómo financiar su viaje y que no se va a quedar de inmigrante ilegal porque tiene que regresar a su oficina. Entonces, una vez señalado en el mapa cuáles son los países a los que quiere llegar, averigüe con las autoridades migratorias qué documentos necesita y pida sus visas. Una vez hecho esto, todo estará listo para pasar su carta de renuncia a Recursos Humanos.

Así conseguimos nuestro visa para viajar a Estados Unidos   y  para viajar a Canadá

6- Aproveche la tecnología y las redes sociales. El mundo de la tecnología ha revolucionado de forma positiva la forma en que los viajeros nos movemos por el planeta y han brindado importantes opciones para hacer que nuestras aventuras sean más cómodas, autóctonas y sobre todo baratas. Sitios como couchsurfing.com, www.maps.me o el mismo Facebook serán de gran utilidad a la hora de emprender su viaje. Conozca aplicaciones, entérese de las que más le convienen en su recorrido y aproveche para conectarse con otras personas que han viajado o que viven en los lugares a dónde usted piensa llegar.

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Interior de La Jebi

Visa Canadá

Visa Estados Unidos

7- Desarrolle una idea para hacerse autosostenible. ¿Será que el viaje se puede convertir en un modus vivendi? ¿Será que se puede viajar y viajar para poder seguir viajando? En Renunciamos y Viajamos creemos que tan sólo se necesitan buenas ideas y trabajo constante para demostrarnos que sí se puede. En nuestro caso, creamos esta página web donde contamos nuestras aventuras cruzando todo el continente americano en un carro. Pero también  producimos guías de viaje, entregamos información útil y damos tips para que nuestros lectores se animen a viajar. Hemos conocido científicos que enseñan experimentos a niños de escuelas pobres, unos músicos que pusieron a andar un bus con aceite vegetal quemado, unos odontólogos que brindan salud oral a comunidades vulnerables en sus caminos, entre otros viajeros que realizaron proyectos sostenibles para poder seguir recorriendo el mundo.

Puede seguir nuestro viaje en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirse a nuestro Canal de Youtube.

8- Aprenda a cocinar. Si usted sabe algo de cocina, por básico que esto sea, va a poder permanecer más tiempo viajando. Y la razón es muy simple: comer en restaurantes le va a hacer gastar su presupuesto en muy pocos días. Busque hospedajes con cocina pública o casas donde lo dejen preparar sus alimentos, verá que de esa forma puede compartir su plato con alguien más, hacer nuevos amigos y hasta aprender de los sabores locales de cada cultura.

Aquí le contamos cómo viajar por el mundo siendo vegetariano y no morir en el intento.

Colombia, Llanos Orientales

Colombia, Jardín

Alianza con Asegura tu viaje 

9- Abra su mente a lo que pueda pasar, no todo es color de rosa. Si va a escalar un nevado, navegar a mar abierto en una lanchita, bucear en medio de corales, tiburones y mantarrayas, o simplemente va a pasar horas y horas en un avión o un bus, puede que esté más expuesto a que le ocurran cosas malas que si se queda en cama cambiando canales. Sin embargo, si va con la mente abierta y pensando en que su viaje le va a permitir solucionar los problemas que le ponga en el camino, siempre va a poder sortear los obstáculos sin mayores consecuencias.

Este fue el momento más triste de nuestro viaje.

10- Haga un profundo proceso de desapego. A la hora de renunciar para convertirse en un eterno viajero entienda que su trabajo no será lo único que quedará atrás. Cuando uno renuncia para viajar renuncia a todo. A la familia, a la comida de la mamá y la abuela, a la almohada tan cómoda y al colchón que ablandó durante años. Al saludo de su perro en las mañanas y a tener un baño limpio con ducha caliente. A los fines de semana con los amigos en su bar favorito e incluso a las costumbres de su país con las que vivió siempre. Ese es el precio que hay que pagar por conocer el mundo. Decía Sigmund Freud: Quien quiera un qué tiene que aguantarse muchos cómo.

Recuerde que todo empieza por un pequeño paso y que, como dijo Nelson Mandela, “todo parece imposible hasta que se intenta”.

Buen viaje.

*Publicado originalmente por Renunciamos y Viajamos en el periódico El Tiempo